Una boda sencilla y discreta para la hija de una de las mayores fortunas del mundo.
Si hay algo que caracteriza a Marta Ortega es su discreción, y ésta ha estado muy presente en el evento más importante de su vida. Los detalles de la boda fueron celosamente guardados y la pareja ha querido preservar su intimidad en un día tan especial.
El vestido de la novia fue diseñado por su amigo, el diseñador Narciso Rodríguez, con la colaboración de la propia Marta. Sencillo, de seda, cortado al biés, con pequeños bordados y con escote en pico. Llevaba el pelo con un recogido a la altura d el anuca sobre el que prendía el velo. El maquillaje muy natural y con unos complementos muy discretos. El florista que ha diseñado el ramo de la novia y la decoración floral de la boda ha sido Thierry Boutemy , el favorito entre los profesionales de la moda.
La celebración ha contado con numerosos detalles típicos de Galicia, un coro gallego interpretó música tradicional gallega, la cena fue servida sobre mantelerías adornadas con encaje de Camariñas, y los chefs Marcelo Tejedor y Nacho Manzano elaboraron un menú con productos típicos de Galicia y Asturias, en honor de los novios.
